lunes, 3 de noviembre de 2008

Mudanza del Centro Macuca al barrio de viviendas Chingolo III

Gaby del equipo Macuca nos escribe: Ayer terminamos de sacar todo lo que materialmente se tiene en una casa,sillas, mesas,roperitos,cajas y cajitas,cocina,heladera. Hoy nos queda despedirnos de todo aquello que no se puede cargar en un camión,recuerdos de los buenos y de los malos,soluciones que siempre, como en las novelas, tenian final felíz y sí, la casita Macuca tenia eso,magia,milagros, una fuerza propia de sus paredes levantadas con el esfuerzo de voluntades.Progresar siempre es bueno,abrir nuevos caminos es indispensable para crecer,pero nesecitaremos tiempo, para reencontrarnos en este nuevo lugar de trabajo, para redefinirlo como nuestra 'Casita'.Gracias a toda la comunidad del kilometro 8,que ayer nos ayudo en la mudanza,para ellos tambien era mudar parte de lo de ellos.Gracias a Javier,tecnocampo estuvo presente,como siempre,como estan los amigos de verdad.Gracias a las profesionales, que pasaron el día,despidiendose con cada caja que se iba,de un recuerdo.Gracias a todos, por ayudarnos a dar este nuevo paso de crecimiento. Gabriela Pereyra

3 comentarios:

Susana M. dijo...

A toda la gente de Casa Macuca: les mandamos un abrazo enorme desde Tucumán. Seguro que la nueva casa va a ser tan linda como la que tuvieron hasta ahora; tan cálida y alegre.
Saludos!
Sole, Gaby y Susana

Casa Macuca "Conin" dijo...

Gracias Susana,nos llegan tu acompañamiento a la distancia,estamos reacomodandonos desde lo fisico,en nuevos espacios, hasta lo emocional. Escribime a mi correo, quiero saber como va lo de ustedes,no te olvides que tenemos contactos para tocar en Tucuman.

Susana M. dijo...

Hola Casa Macuca!!! Me emocionó leer cómo fue la mudanza y lo que les costó dejar la casita. Y me conmueve cómo la han querido y qué pilas le han puesto todos estos años. Ojalá que en Tucumán lo hagamos tan bien como Uds.
Les mando un beso enorme y la seguridad de que todo CONIN (me permito hablar en nombre de todos) les manda un ¡fuerza Macuca!. Cariños,
Susana Mendióroz